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Una solución para la mayoría

Fuente: Diario La Prensa CIENCIA Y SALUD. 
Domingo 22 de febrero de 2009.
Página 4 y 5
POR AGUSTINA SUCRI
Fotos Gustavo Carabajal

Tanto quienes nacieron con la imposibilidad de oír como quienes perdieron esa capacidad más tarde pueden mejorar su calidad de vida mediante el implante coclear. Así lo explicó en diálogo con La Prensa el doctor Leopoldo Cordero, consultor de Implantes Cocleares del Hospital Garrahan y director del Centro de Investigaciones Otoaudiológicas.

¿Cuál es la causa de la sordera?

El 98% de las sorderas se origina a nivel de la cóclea, del oído interno, en el órgano de Corti, donde están las células ciliadas que son las encargadas de captar los sonidos.
¿Qué son los implantes cocleares?

Son dispositivos electrónicos, que consisten en un electrodo que se coloca en la cóclea, con una parte que es interna y otra que es externa y que sena el micrófono que recibe la información, procesa esa información -la digitaliza- y la envía a la parte interna, desde donde sale la información al electrodo. Ese electrodo se coloca en un procedimiento quirúrgico dentro del oído interno, que es la cóclea, y estimula directamente las células de la primera neurona, células que tienen que ver con la audición. En general, las sorderas se producen por la pérdida de las células ciliadas del órgano Corti. Por lo tanto, este electrodo supera esa zona que está lesionada y estimula directamente el nervio auditivo, mandando la información que se necesita a los centros superiores para poder tener comprensión del lenguaje.

¿Quiénes se pueden beneficiar con un implante coclear?

La indicación de estos dispositivos es para aquellos pacientes que nacen con sordera o que la desarrollan a través de los años. O también aquellos a quienes no les alcanza la audición que tienen como para que un audífono potente permita obtener la información necesaria para aprender a hablar -si se trata de un niño- o para tener comprensión del lenguaje en aquel que ya haya desarrollado el lenguaje. En esos casos, cuando el audífono no alcanza para dar información suficiente, se pasa al implante coclear.

¿A partir de qué edad se puede colocar un implante de esta clase en los bebés que nacen sordos?

A partir del año de vida.

¿Es costoso el procedimiento?

No, lo costoso es el implante. Pero en nuestro país, a través de la Ley de Discapacidad, es cubierto por las obras sociales. Y si el paciente no tiene obra social, el Ministerio de Salud lo da, siempre que el paciente cumpla con los requisitos de las evaluaciones correspondientes y que el equipo de profesionales que lo pida esté certificado como equipo de implantes.

¿De qué forma se puede detectar la sordera?

Hay una Ley de Discapacidad que propone el chequeo a todo niño nacido vivo mediante un estudio, que se llama otoemisiones acústicas. Es simple, económico y nos permite ver los primeros datos, a 24 horas de nacido, si el chico tiene audición o no.

Teóricamente este estudio es obligatorio, pero como la Ley no está reglamentada, en algunos lugares se hace y en otros no. Por lo tanto, los padres deberían pedir que se realice el estudio a su bebé recién nacido, en caso de que no se lo hayan hecho.

¿Qué factores pueden predisponer a sufrir sordera?

Hay muchos factores de riesgo. El primero tiene que ver con las infecciones durante los primeros meses de embarazo -sobre todo la rubéola-, como también con las enfermedades que tienen que ver con problemas genéticos. Al momento de nacer, hay una serie de acontecimientos que se llaman de "alto riesgo auditivo" tales como la prematurez, el bajo peso, la bilirrubina alta, las infecciones puerperiales.

En esos casos las posibilidades de quedar sordos son altas, oscilan entre un dos y un tres por ciento. En el público general, uno a dos cada mil chicos que nacen sin ningún trastorno visible tiene posibilidad de tener sordera.

En cambio, los que tienen alto riesgo auditivo, antecedentes familiares, malformaciones cráneo-faciales o procesos infecciosos en el primer trimestre de embarazo, al momento del parto o en el transcurso de los primeros días o meses de vida, pueden desarrollar sordera más fácilmente.

Publicado por Discapacidad y Derechos en 15:32

 

 

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