La anestesia en el implante coclear no es más compleja que otro tipo de anestesia.
Es importante concertar una entrevista con el paciente y sus padres, unos días antes de la cirugía. Esta dirigida a un conocimiento mutuo, saber los antecedentes médicos del paciente, analizar los datos del prequirúrgico y con todo esto, llegar a la elección de la mejor técnica anestésica a utilizar.
En dicha entrevista se decide como va a realizarse la inducción de la anestesia. Se llama inducción al período de tiempo que va desde que comenzamos a administrar los anestésicos hasta que el paciente está dormido.
En un porcentaje mayor de casos la inducción se realiza por vía inhalatoria, los anestésicos ingresarán al organismo por medio de la respiración, con una máscara transparente y de materiales agradables, que se coloca sobre la cara, cerca de la nariz y la boca, parecido a una máscara de nebulización.
En otros casos, la inducción se realiza por vía intravenosa, por medio de un catéter que se coloca en una vena del brazo. Esta última técnica es la menos utilizada pues se tiende al mayor confort del paciente, y por necesitar un pinchazo, es menos tolerada por los niños.
En ambos casos el paciente es acompañado por los padres desde la habitación hasta la zona quirúrgica, y permanecerán con él durante la inducción y hasta que se duerma. De esta manera disminuye la angustia, tanto del niño como de sus progenitores, por la separación durante el procedimiento quirúrgico, y estarán presentes cuando este despertando.
El niño se acostará en una camilla con la presencia y colaboración de los padres y se procederá a colocar la máscara, al respirar normalmente se irá durmiendo en un un plazo de 2 a 5 minutos. En este período es frecuente que cambie el tipo de respiración y que tenga algunos movimientos involuntarios. Ninguna de estas situaciones son preocupantes.
Esta linda paciente entró al quirófano con su disfraz de "princesita"...
...y con una sonrisa junto a su padre hizo la "nebu" para dormir...
Una vez que el niño esta dormido, ingresamos al paciente al área quirúrgica, debiendo los padres esperar en la habitación de internación, hasta el regreso de su hijo.
Luego de la inducción y ya dentro del quirófano continúa un período llamado de mantenimiento. Es el que va desde que está dormido, hasta que se recupera de la anestesia. Durante este lapso, el anestesiólogo está abocado exclusivamente al cuidado y control del paciente, durante todo el transcurso de la cirugía. Entonces el anestesiólogo tiene a su cargo el monitoreo de la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, la electrocardiografía, la temperatura corporal, la oxigenación de la sangre, la respiración y otros parámetros, por medio de la apreciación clínica y con la ayuda de avanzada tecnología en monitoreo anestésico.
Cuando el cirujano concluye, se procederá a despiertar al niño, interrumpiendo la administración de anestésicos, lo que tardará aproximadamente 10 minutos.
Siempre se administra medicación para contrarrestar desagradables efectos adversos como las nauseas y vómitos. También se indican analgésicos tendientes a que el paciente se encuentre tranquilo y sin dolor.
En estas condiciones regresará a su habitación, acompañado por el anestesiólogo.
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