¿Cómo funciona normalmente el oído?
El oído humano se divide en tres porciones: externa, media e interna; encargadas de recibir, transmitir y transformar el estimulo para que sea procesado por el sistema nervioso central.
Así, normalmente la onda sonora es recogida a nivel del pabellón auricular y transmitida por el conducto auditivo externo (oído externo) hasta la membrana timpánica. La onda sonora hace vibrar a la membrana la cual transmite esta vibración a los huesecillos, primero martillo, luego yunque y por último el estribo (oído medio).
El estribo moviliza el líquido endolinfa tico que estimula el Órgano de Córti, dentro de la cóclea (oído interno) Este es el encargado de transformar el estimulo mecánico de la onda sonora en un estimulo eléctrico transmitido por el nervio auditivo al sistema nervioso central.
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Fig. 1 - La audición
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La onda sonora es recogida por el pabellón auricular y conducida por el CAE hasta la membrana timpánica.
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La membrana al ponerse en contacto con la onda entra en vibración y conduce esta vibración mecánica a través de los huesecillos.
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El oído interno, cóclea, capta este estímulo mecánico y lo transforma en un estímulo eléctrico.
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Este estímulo eléctrico ahora es transmitido por el nervio auditivo hasta el sistema nervioso donde será analizado.
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¿Qué significa que mi hijo sea hipoacusico?
La hipoacusia es la pérdida de audición, que puede clasificarse según diferentes criterios.
Según la región anatómica donde se sitúe la pérdida pueden dividirse en hipoacusias conductivas (oído externo y medio) y neurosensoriales (oído interno y sistema nervioso) En ciertos casos pueden asociarse y ser mixtas.
Según su grado de pérdida pueden ser leves (0 a 30 db), moderadas (30 a 60 db), severas (60 a 90 db) y profundas (mayores a 90 db).
La hipoacusia neurosensorial o perceptiva es la perdida auditiva producida por alguna alteración en el órgano de Córti (pequeña estructura situada en la cóclea del oído interno que transforma las ondas sonoras en impulsos nerviosos) y/o alguna de las estructuras que conforman la vía acústica hasta la corteza cerebral.
Aproximadamente 1 a 2 de cada 1000 niños padecen hipoacusia neurosensorial profunda bilateral. En el 98% de las hipoacusias neurosensoriales profundas bilaterales el Órgano de Córti se encuentra lesionado.
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¿Cuál es la causa de la hipoacusia neurosensorial?
Las hipoacusias neurosensoriales se clasifican clásicamente según su causa en congénitas (se desarrollan durante el embarazo) y adquiridas (perinatales y posnatales)
Las congénitas pueden deberse a alteraciones genéticas o no genéticas (infecciones, patologías metabólicas, radiaciones o sustancias ototóxicas)
Las adquiridas pueden ser perinatales (hipoxia severa, sepsis neonatal, meningitis bacteriana, inducidas por ruido, ototóxicos, hiperbilirrubinemia, prematurez y/o bajo peso al nacer) o posnatales (alteraciones o patologías que ocurren en el desarrollo del niño nacido sano)
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¿Qué importancia tiene la hipoacusia en los niños?
En el humano la adquisición del lenguaje oral esta directamente ligada al estimulo sonoro en edades tempranas.
Los primeros 10 meses de vida del niño constituyen un periodo crítico para el desarrollo del lenguaje y numerosos estudios han demostrado que existen diferencias entre los niños en que se han implementado programas de intervención temprana (estimulación, prótesis) y los que no lo hicieron.
Mucho se puede hacer por estos niños cuya sordera afecta la adquisición del lenguaje, sus condiciones intelectuales y emocionales, al quedar aislados del medio sonoro social y familiar.
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¿Qué es un Implante Coclear?
El Implante Coclear (IC) es un dispositivo electrónico protésico que permite recuperar o establecer la audición, parcialmente, en aquellos pacientes que padecen hipoacusia neurosensorial profunda bilateral y que no obtienen beneficio suficiente o adecuado con audífonos potentes.
El IC está compuesto por una parte externa para procesamiento del sonido y una parte interna, implantada quirúrgicamente, que conduce al estimulo sonoro hasta la primera neurona de la vía auditiva.
Este dispositivo capta el sonido del medio ambiente a través de un micrófono; las ondas sonoras son procesadas y transformadas en estímulos eléctricos, los que son enviados desde una bomba externa por ondas de radio (FM) a un receptor implantado quirúrgicamente en una zona ósea retromastoidea (detrás de la oreja) del niño y, a partir de allí, a un electrodo inserto en la espira basal de la cóclea.
Este electrodo estimularía directamente a las células ganglionares (1° neurona) de la vía auditiva, llevando la sensación sonora a los centros superiores.
Es así como el IC reemplaza regiones anatómicas anormales transmitiendo la información sonora directamente al sistema nervioso.
Es el IC, cuando se cumplen las condiciones previstas, un medio idóneo para reinsertar al niño al mundo sonoro y permitirles una adecuada adquisición del lenguaje.
1- El sonido es recibido por el micrófono del procesador del habla.
2- El sonido es analizado y digitalizado en señales codificadas por un chip interno.
3- Las señales codificadas son enviadas a la antena transmisora.
4- El transmisor envía el código a travéz de la piel al implante interno (receptor/estímulador) donde se convierte en señales eléctricas.
5- Las señales se envían a la cadena de electrodos para estimular las fibras del nervio auditivo en la cóclea.
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¿Es mi hijo candidato a un Implante Coclear?
Un sinnúmero de factores pueden influir en la indicación de un IC: la profundidad de la sordera, su tiempo de evolución, la edad de comienzo, la respuesta a la amplificación, la existencia de problemas familiares, las patologías asociadas con déficit motor o intelectual, la constancia mostrada en la participación del entrenamiento previo y posterior al IC.
Para la selección adecuada del niño hipoacusico en condiciones de ser implantado debe efectuarse una evaluación médica, radiológica, audiológica, del lenguaje, psicológica y neurológica. La requiere de un equipo interdisciplinario, constituido por médicos audiologos, neurolingüistas, psicopedagogos, profesores de sordos, psicólogos y pediatras.
El niño hipoacusico debe ser diagnosticado precozmente e incluirse en un sistema oral de comunicación, o bimodal (oral y gestual), con uso de audífonos para estimular su capacidad auditiva que, aunque insuficiente, preparan a la vía auditiva y los centros permitiendo la maduración del sistema auditivo.
Los alcances de la recuperación parcial de la audición deben ser claros y aceptados por la familia, la que luego deberá dar apoyo y la contención suficiente al niño en la rehabilitación por IC, proceso muchas veces lento, donde constancia y dedicación son fundamentales. Por esto, los aspectos psicológicos del niño y la familia deben ser evaluados previamente.
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Yo que ya soy adulto, ¿puedo ser candidato a un Implante?
Un aspecto importante en las hipoacusias neurosensoriales es su momento de instalación respecto a la adquisición del lenguaje. Encontramos así, hipoacusias prelinguales (generalmente menores de 2 años), prelocutivas (entre aproximadamente 2 y 4 años) y poslinguales (mayores de 4 años)
Nuestro centro lleva realizados numerosos IC en pacientes adolescentes y adultos poslinguales, con excelentes resultados.
El resto de los criterios de selección y variables críticas son similares a la de los niños.
Desde el año 1992 se inició, en el Hospital Francés y en el Hospital Garrahan, en conjunto con el CIOA, el programa de IC. El primer IC se realizó en 1993 a un paciente poslingual en el Htal. Francés y, en diciembre del mismo año, se realizó a una niña de 9 años sorda poslingual postmeningitis en el Hospital Garrahan.
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